Las zeolitas son minerales microporosos de origen volcánico. Químicamente son aluminosilicatos hidratados de metales alcalinos y alcalinotérreos. El nombre “zeolita” deriva de las palabras griegas “zeo” = “hervir” y “lithos” = “piedra”, por lo tanto significa piedra que hierve y deriva del hecho de que al calentarse libera agua sin modificar la estructura del aluminosilicato. y parece burbujear. Las zeolitas se forman principalmente a partir del encuentro entre la lava incandescente y el agua salobre de los mares. Se presentan como minerales naturales con una estructura microporosa formada por miles de pequeños canales capaces de ligar cantidades importantes de toxinas y metales pesados nocivos para la salud, así como radicales libres, nitrosaminas, iones de amonio, micotoxinas, pesticidas y cationes radiactivos.

BENEFICIOS Y CARACTERÍSTICAS

Se han realizado numerosos estudios sobre un tipo particular de zeolita para sus posibles aplicaciones en medicina: la zeolita clinoptilolita activada.

La activación generalmente se refiere a la aplicación de un proceso químico, químico-físico o físico a un material para que pueda reaccionar más fácilmente. Gracias a un método de activación que se implementa con el uso de molinos especiales, la estructura de las partículas de zeolita adquiere propiedades particulares que, combinadas con el aumento de la superficie, permiten unir toxinas, metales y radicales libres de manera más rápida y estable. actividad. Partiendo de un tamaño de unos 3 metros cuadrados por gramo de zeolita clinoptilolita, tras su activación alcanza más de 250 metros cuadrados por gramo, es un proceso puramente físico. Las zeolitas de clinoptilolita activadas se caracterizan por numerosas cargas negativas presentes en los canales que son neutralizadas por tantos cationes como calcio, magnesio, potasio y sodio y son capaces de realizar una doble función: la de unir moléculas orgánicas de diversa índole en los canales, por ejemplo toxinas, (función de tamiz molecular) y la de liberar los cationes presentes en ellas uniendo en su lugar los metales pesados tóxicos y los radicales libres (intercambiadores de cationes).

Los radicales libres están presentes en nuestro organismo y se utilizan como sistema de defensa. Los estudios sobre el estrés oxidativo, sin embargo, indican que un exceso de radicales libres no solo puede provocar patologías, sino también agravarlas; entre estas, la diabetes, el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, las del tracto gastrointestinal y muchas otras. Los factores que provocan la formación de radicales libres son muchos y complejos: contaminación, polvo fino, contaminantes presentes en los alimentos, dieta irregular y desequilibrada, tabaquismo, estrés, drogas, enfermedades crónicas, etc. La consecuencia de la presencia de un exceso de radicales libres en el organismo es el ataque de algunas estructuras celulares con el consiguiente daño funcional que, de no eliminarse, puede provocar la aparición de diversas patologías y la aceleración de los procesos de envejecimiento. Incluso en el deporte se produce la producción de radicales libres que limitan el rendimiento deportivo porque van acompañados de la presencia en los músculos de una cantidad importante de ácido láctico.

La zeolita es una de las herramientas importantes para combatir y neutralizar los radicales libres. Además, las zeolitas actúan sobre los metales pesados: el mercurio, el plomo, el cadmio se encuentran entre los agentes tóxicos más conocidos y peligrosos para el organismo y el medio ambiente, presentes en cantidades mínimas en el polvo que respiramos y en los alimentos que ingerimos. La zeolita mediante la reducción de estos metales en el tracto gastrointestinal puede reducir su presencia en todo el organismo (/ desintoxicación) y/o evitar su absorción en los tejidos (prevención). Estudios recientes sobre el uso de la zeolita clinoptilolita activada en combinación con terapias estándar han puesto de manifiesto su acción positiva sobre el sistema circulatorio, sobre la presión arterial, sobre la recuperación tras un infarto o sobre el sistema digestivo, sobre la hiperacidez gástrica y las úlceras duodenales. La acción de la zeolita también se ha estudiado en el reumatismo, en el tratamiento de infecciones renales y en el tratamiento de enfermedades dermatológicas presentes en pacientes con diabetes, mientras que otras observaciones se refieren a la aplicación directa del polvo y numerosas enfermedades de la piel. Finalmente, existen varias investigaciones científicas que demuestran el efecto anticancerígeno y antioxidante de la zeolita micronizada. Finalmente, varios estudios clínicos muestran que el tratamiento con clinoptilotita podría afectar el crecimiento tumoral al debilitar las señales vitales de las células cancerosas y provocar la supresión de los genes cancerosos en las células tratadas.

La capacidad adyuvante de la zeolita en antitumoral, quimio y radioterapia se puede atribuir a su participación en la síntesis de proteínas, la capacidad de contribuir a la construcción de tejido conectivo, a la acción adsorbente, al control del metabolismo del calcio en las células por el silicio presente en su estructura y finalmente a la acción antioxidante.

INGREDIENTES: 100% de Zeolita pura, contenido mínimo de Clinoptilolita de 94,5%. Fabricado en Austria, procesado en Alemania. No contiene conservantes.

DOSIS

USO TÓPICO: aplicar una pequeña cantidad de producto sobre la zona de la piel a proteger una o dos veces al día junto con unas gotas de agua sobre un algodón. Masajear hasta que se absorba el agua.

VÍA ORAL: disolver una cucharadita (5 g) en agua (o alternativamente tomar 3 cápsulas) y administrar 3 veces al día 30 minutos antes de las comidas (dosis calculada para una persona de 80 kg de peso corporal).