Hoy en Europa, al norte de la latitud 42°N, es decir, por encima de una línea imaginaria entre Barcelona, Bastia, Roma, alrededor del 70% de la población adulta tiene deficiencia de vitamina D y en particular las mujeres en la menopausia, los hombres mayores, las personas con sobrepeso, las personas con tez oscura, o incluso aquellos que usan ropa muy opaca que ralentiza la producción de vitamina D de los rayos UV; personas que tienen poca exposición al sol o que viven en zonas con poca insolación, mujeres en período de lactancia, vegetarianos.

La vitamina D es esencial para el capital óseo, muscular y dental, pero también para mantener un sistema inmunológico óptimo y prevenir los primeros signos del envejecimiento.

La vitamina D puede tener dos orígenes, tanto procesados naturalmente en la piel gracias a la acción de los rayos ultravioleta, como aportados por los alimentos.

La vitamina D suministrada por los peces grandes (salmón, bacalao, halibut, atún) concentra los contaminantes. Otra fuente es la grasa de cordero de la que se extrae la lanolina utilizada para algunas vitaminas.La vitamina D de origen vegetal puede ser aportada por la levadura o las setas, naturalmente ricas en ergosterol, precursor de la vitamina D. Para proponer una vitamina D completamente exenta de derivados de origen animal o sintético y fácilmente digeribles por todos, incluso por personas con hígado frágil, la investigación de Holistica ha seleccionado una levadura, que simplemente secada bajo los rayos UV, desarrolla naturalmente su contenido de vitamina D, tal como lo hace nuestra piel bajo el sol. Participa en la asimilación de calcio y fósforo, así como en el equilibrio de la división celular. La vitamina D también participa en un buen equilibrio del sistema inmunológico.